Niños de la Escuela primaria John F. Kennedy del corregimiento de La Arena, Chitré, presentaron un drama de la realidad y las vicisitudes por las que tiene que pasar "el pescador de mi tierra". Lo más curioso de esta representación fue la atención que pusieron decenas de pequeños del jardín de Infancia, no acostumbrados a escenas como éstas, ya que en estos tiempos algunos inculcan, por desviaciones congénitas la glorificación de lo ajeno y el desprecio de lo propio. Por su cercanía al mar, muchas familias del distrito de Chitré se mantienen de la pesca. Como dice el abogado y poeta, Sergio Pérez Saavedra: El único sostén económico con que cuentan para subsistir es la playa. Por lo tanto, tradicionalmente el oficio de pescador es heredado por generaciones, en tal forma que caracteriza a ese grupo social con sus peculiaridades de gente humilde, pero muy trabajadora. Todo el pueblo conoce de las calamidades que a diario debe enfrentar el pescador. La hora de las mareas es la que le impone su jornada de trabajo.
Por tal razón, en las madrugadas borrascosas tiene que levantarse y sin tener con qué abrigarse, transitan por caminos cenagosos rumbo a los manglares para llegar a la playa donde empezará a tirar cientos de veces su atarraya, para� si la suerte lo acompaña, sacarle el fruto al mar que le permitirá mantener a su prole. En esta típica representación de los "pescadores areneros", se pudo observar la destreza de los niños en el manejo de la atarraya; elemento esté del pescador que les sirve para capturar sardinas o camarones.