Estudios realizados por la licenciada Aida María Díaz, acerca de la procedencia de la Santa de los tableños revelan que Librada, nació en el noreste de la Península Ibérica en el año 122, en la población de Bayona. Era hija de Caliza y Lucio Catelio Severo, ex cónsul de Roma.
Lucio fue trasladado a Tarragona, porque su esposa se encontraba embarazada; ella no dijo nada a su esposo para evitarle molestias y se quedó en Bayona muy bien atendida por una señora mayor.
Caliza tuvo un parto de nueve niñas, avergonzada de ver un parto tan numeroso, encargó a la partera para que las ahogara en el mar, pero ésta no cumplió el mandato por buena cristiana.
BAUTIZO
Posteriormente las bautizó con los nombres de Genivera, Victoria, Eumelia, Germana, Gemma, Marciana, Basilisa, Quiteria y Librada, y encargó de la crianza de las niñas a Silas, quien posteriormente fue Santa.
El obispo Don Idelfonso Galaz Torrero en 1688, publicó un edicto en el que mandaba a celebrar la fiesta de las nueve hermanas santas, con rito doble en toda la diócesis. El cuerpo de Santa Librada o Liberata, se conserva en la Catedral de Siguenza en España, según viejos escritos de Domingo Cameselles Bastos, indica Díaz.
Manifiesta Díaz, que Juanita Espino Díaz escribió que la primera imagen que llega a Las Tablas en 1671 fue "La Peregrina", cuando el pirata Morgan invade Panamá La Vieja y los españoles huyendo, llegaron por las playas de Mensabé y construyeron sus casas con los restos de los desmantelados navíos y de allí fueron llamados "las gentes de Las Tablas".
En 1862, llega en una caja de madera que flotaba en el agua muy cerca de la playa Mensabé la imagen de Santa Liberata, "La Chola", quien traía una inscripción que decía "esta es Santa Librada" y a partir de allí se le llamó Librada.
Los españoles traían consigo la imagen de Santa Librada y para ella también construyeron un pequeño templo donde la veneraban.
Otros escritos cuentan que los antepasados tableños decían que los primeros pobladores de Las Tablas tenían una ermita donde veneraban la Santa Cruz de Mayo, a la Virgen María y a San Isidro Labrador, pero al llegar los nuevos colonos erigieron un modesto templo en el mismo lugar donde hoy se encuentra el templo actual, para venerar a Santa Liberata.
La comunidad se dividió en los devotos de la Santa Cruz y los de Santa Liberata, pero en 1725 se construyó un nuevo templo y más grande, que logró unir la comunidad. En 1816, un fuerte temblor de tierra afectó seriamente su estructura.
Y en 1913, nuevamente el templo sufrió los efectos de fuertes temblores. Fue declarado "Patrimonio Nacional" en 1954, y en 1958 un fuego destruye el retablo mayor y el techo.
La parroquia fue conducida en sus inicios por misioneros doctrineros, mercedarios y luego por sacerdotes diocesanos. En 1964 la Congregación de Padres Redentoristas se encargó de la parroquia hasta nuestros días que vuelve a pasar a manos diocesanas.
Cuatro imágenes de Santa Librada veneran los tableños: "La Peregrina", que llegó en un galeón junto a un grupo de españoles; "La Pequeñita", traída desde la capital por familiares de Don "Chepe" García; "La Moñona", presumiblemente confeccionada por los lugareños y "La Chola", aparecida en 1862 en una caja ovalada de madera en la playa Mensabé, lleva el apodo por ser de tez más trigueña.
RINDEN CULTO
Cada año miles y miles de personas acuden a Las Tablas a rendirle culto a la Santa de cabello largo con dos colores particulares, el rojo que simboliza su vestido y el azul, el manto que la cubre. Este año presidirá la tradicional fiesta más folclórica y llena de tradición, su majestad Andrea Michelle Villarreal Cano, reina del XLVI Festival Nacional de la Pollera.
A partir del día 16 de julio se efectuarán concursos de tamborito, exposiciones de polleras de antaño y plateros de Las Tablas; serenata a la Santa, el XXV Concurso de Violines "Clímaco Batista" donde se otorgarán medallas en las categorías de Adultos, Juvenil y Medallistas.
Además, tendrá lugar el primer Concurso de Instrumentos musicales artesanales, el VII Festival de la Camisilla y el Sombrero y el III del Sombrero de Junco, y el último concurso por excelencia el XLVI Festival Nacional de la Pollera "Margarita Lozano".
Habrán premios a la mejor pollera bordada, marcada, sombreada, regionales y polleras montunas.