Un estudio sobre el "Índice de Incidencia Delictiva y Violencia 2009", elaborado por el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) y divulgado en México, revela hechos preocupantes en torno a Panamá.
Al país se le clasifica en puesto No.15 entre los países más violentos del mundo, tomando como indicador los homicidios cometidos por cada 100 mil habitantes en 115 países del mundo.
El año pasado hubo 654 homicidios, un aumento del 47% con respeto al 2007, lo que revela la situación alarmante que registra el país.
En el informe del CIDAC se destaca que Panamá tiene 11.06 homicidios por cada 100 mil habitantes, aunque fuentes locales revelan que en el 2008 ese índice subió a 19 por cada 100 mil habitantes, en una tasa promedio internacional de 6.5.
Las estadísticas revelan que la provincia de Panamá con 418 homicidios en el 2008, es el área del país con casos de ese tipo. Que el 70 por ciento de los asesinatos se registren en la principal provincia de la nación, pone de manifiesto la necesidad de reforzar la acción de las autoridades en el área metropolitana, donde operan las bandas y pandillas.
Los problemas de la inseguridad y el alto costo de la vida fueron los puntos débiles del anterior gobierno y siguen siendo para la actual administración.
Aunque se han dado algunas mejoras en cuanto a la capacidad de reacción de la Policía Nacional ante la comisión de delitos, la violencia no tiene frenos y cada día se registran homicidios, sobre todo los fines de semana y en los horarios nocturnos, cuando la presencia policial en las calles se reduce.
Pero también hay que resaltar que el tema de la violencia no sólo es responsabilidad de la Fuerza Pública y del gobierno, sino de la sociedad, comenzando en el seno familiar.