Esta es la fiesta más auténtica del folclor nacional con estampas centenarias; y por supuesto, admirar también la belleza de la mujer ocueña, que es el marco donde se valora el trabajo productivo que se alimenta de su dedicación cotidiana.
CADA COMUNIDAD LLEVA SU REPRESENTACION
La soberana del festival durante su reinado, el cual dura un año, tiene que trasmitir a su pueblo y al país, lo que significan las costumbres y tradiciones de su pueblo ocueño.
Durante la realización del desfile típico, cada comunidad del distrito se presenta con su mayor y mejor delegación, resaltando la vida del campesino, con sencillez y plenitud, para revivir en este desfile estampas del pasado: El Muerto en Talanquera, El Enfermo en Hamaca y los Penitentes, de un ayer que Los Manitos Ocueños vitalizan durante el Festival.
En el desfile de hoy que por primera vez se realizará en los terrenos de la Feria de San Sebastián de Ocú y no en la Plaza como en antaño, se fusionan niños y adultos; por eso es común ver la repetición de estampas del Manito Ocueño en ambas delegaciones; pero hay que recordar que son los Manitos Ocueños en cada uno de los diferentes corregimiento, donde las costumbres y modos de vida son lo mismo; la diferencia estriba en la alegría y entusiasmo que cada delegación imponga en el desfile. Hoy, al igual que hace 33 años (en 1989 no se realizó por la crisis nacional), los ocueños han brindado afecto, entusiasmo y vida al Festival del Manito y a todos sus valores, niños, adultos (hombres y mujeres), alientan con mucho brillo y esplendor esta fiesta campesina.
RAICES DE LA NACIONALIDAD
Observa durante estas festividades del Manito que es como inagotable vasija del pasado y un símbolo positivo que como panameños todos debemos proyectar hacia el futuro para que no se pierda tan hermosa tradición.
Uno de los objetivos del Festival del Manito, es traer a nuestra memoria el modo de vivir de una región aferrada a muy peculiares formas de trabajar, de gozar y sufrir los sinsabores del acontecer diario. Podríamos decir con toda seguridad, que Ocú es la región del país que ha sabido guardar mayor celo, sus costumbres, bailes y tradiciones.
En ese sentido, Ocú se distingue como "Cuna del Folclor Nacional" y todo el que asistirá a esta fiesta campesina, no hará más que reafirmar lo antes expresado, al contemplar el orgullo que el Manito imprime a todos sus actos, y sobre todo, el amor por su folclor.
Asistir hoy al Festival Nacional del Manito, en Ocú, será un singular encuentro con la panameñidad. Hasta el próximo XXXIV Festival. Ocú la Tierra que Jala les espera… ¡Ayyy Manito Juan, yo me voy pa´ Ocú.