Allá por los años 60 un grupo de santeños laboriosos dedicados a la agricultura llegó a La Chorrera y por 1980 instalan lo que primero fue el Mercadito El Cocal y después pasó a ser abarrotería manteniendo el mismo nombre, pero lo curioso es que es la única tienda que hay en toda la avenida central.
Sergio Acevedo, quien forma parte de los dueños de esta curiosa abarrotería, cuenta que primero fue un mercadito que funcionó por muchos años al lado de la agencia de Tropigas y después hicieron la tienda, de la cual ha dependido una familia entera.
Para Sergio, el secreto de haber mantenido una buena clientela a través de los años, se debe al trato amable que se le da a la gente y el hecho de poder comprar productos desde la media libra, mantequilla por fracción y hasta el casi desaparecido "pavito" que no se consiguen en un supermercado.
También cuentan con una carnicería que en cuanto a la calidad de su producto no tiene nada que envidiarle a ningún supermercado.
Sin embargo, es evidente que una de las cosas que más atrae a la gente a comprar en "El Cocal", son sus ricas pipas bien frías que nunca han de faltar en este local y que no se encuentran en ningún otro lugar en La Chorrera.
Un ejemplo de ello es Linda Flores, quien recuerda que cuando era niña siempre pasaban a la tiendita a comprar galletas o pipas con su mamá, lo cual sigue haciendo ahora que está embarazada, solo que a manera de antojos y para conservar en buen estado los riñones.
El hecho de llegar y ser atendido rápidamente, sin tener que hacer fila para pagar, poder comprar desde una cajetita de fósforo, hasta un pavito o una gallinita y la amabilidad de sus dependientes, que además son de los pocos panameños que siguen en esta actividad, hacen de este local un lugar que ojalá no desaparezca. La tiendita "El Cocal" está abierta de lunes a domingo, por lo que cuando usted sale del trabajo puede pasar a hacer sus compras y al final puede disfrutar de una pipa bien fría, mientras mira pasar la gente por la central.