La confirmación estadounidense de que personal militar de la prisión de la base de Guantánamo (Cuba), maltrató el Corán en cinco ocasiones podría desatar una nueva ola de ira en el mundo musulmán, pese a que el Pentágono y la Casa Blanca buscan minimizar los incidentes.
El comandante de ese centro de detención, que guarda prisioneros de la "guerra contra el terror", culminó el viernes una investigación de tres semanas sobre las denuncias de maltrato del Corán. El resultado es el detalle de cinco incidentes en los que personal estadounidense se desvió de la política oficial de cómo manejar el libro sagrado del Islam. La pesquisa se se inició tras explosivas acusaciones divulgadas por la revista Newsweek.
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