La Iglesia católica de Bolivia comenzó ayer a dialogar con los tres poderes del Estado para encontrar una salida a la crisis del país, mientras la situación en La Paz se agudiza por el aislamiento al que someten a la ciudad las protestas sociales.
La cúpula eclesiástica se reunió con el presidente del Senado, Hormando Vaca Díez, y el de la Cámara de Diputados, Mario Cossio, en la ciudad tropical de Santa Cruz, en el este boliviano.
Jesús Juárez, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) y obispo de El Alto, al informar a EFE del encuentro prefirió mantener en secreto los resultados de las negociaciones y aclaró que el diálogo se encuentra "en una fase preliminar".
BUSCAN ACERCAR POSTURAS
La CEB busca acercar las posturas entre los partidarios de convocar a una Asamblea Constituyente, la principal petición de los manifestantes junto a la nacionalización de los hidrocarburos, y los impulsores de un referéndum autonómico, liderado por los dirigentes cívicos y empresariales de la elección de los integrantes de la Asamblea Constituyente y de la consulta sobre autonomías y de que fracasara el plan del gobernante, que debe ser respaldada con una ley especial del Parlamento, ha sido calificada de inconstitucional y extemporánea por los sectores implicados.
A unos 800 kilómetros de Santa Cruz, la quebrada que alberga la ciudad de La Paz, en la mitad de las cumbres andinas, vivió ayer una jornada de frenética actividad, después de permanecer prácticamente paralizada por las protestas durante cinco días.
SINTOMAS DE DESABASTECIMIENTO
Ante los primeros síntomas del desabastecimiento causado por el bloqueo terrestre que ocasiona la huelga en la localidad aledaña de El Alto, los ciudadanos se lanzaron a las calles para llenar las despensas de sus hogares de productos que probablemente faltarán en las tiendas.
Miles de personas se acercaron a los mercados populares de las laderas de la ciudad, que hicieron su agosto elevando los precios, aun a costa de quedarse sin mercancías. Aunque las autoridades han confirmado que no habrá desabastecimiento.