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Este pasaje de hoy es una catequesis del misterio del nuevo nacimiento de lo alto. Explica la iluminación de un hombre que está en tinieblas, y también del hundimiento en las tinieblas de los que se creen conocedores de la luz (los fariseos), porque han rechazado a quien es la luz del mundo: Jesús. Su gesto de mezclar tierra con saliva recuerda el gesto del Creador.
La iluminación es don de Dios y respuesta humana. En este proceso de llamamiento del hombre, Jesús toma la iniciativa, suscita la pregunta y se manifiesta como Señor; ante Él se debe optar, o permanecer ciego, como es la actitud de los fariseos, o recobrar la vista.
El cristiano ha de aceptar el don y confiar en Él: seguir, obedecer, adorar al Dios que es la luz del mundo.
Jesús concede la posibilidad de ver auténticamente para descubrir en la personas y en la historia la acción maravillosa de Dios que libera y bendicee. Las obras iluminadas por esa luz son testimonio de Cristo y camino hacia vida eterna.
REVISTA VIDA PASTORAL - SOCIEDAD DE SAN PABLO
Dios te Bendice por solidarizarte con la obra Pro-Fe de la Iglesia Católica, en bien de tus hermanos más necesitados
Tel: 228-2323, 228-3509 o Fax 228-9953 o Apdo: 5250-0843 o E-mail: profe@cwpanama.net
Fuente: Hablar con Dios de Francisco Fernández Carvajal
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