Rosa Ester Solís ya no le encuentra el mismo sabor a la comida desde hace algunos meses, porque ahora le será difícil abandonar la actividad de la que ha dependido por más de 25 años.
El kiosco que desde muy joven visitaba cuando su madre lo administraba, puede dejar de ser su lugar de ganarse la vida.
Ahora ella tomó las riendas del negocio para sacar adelante a su familia, sin embargo, la mayor preocupación en estos momentos es una solicitud de desalojo.
Aunque no se trata en estos momentos de un pronunciamiento oficial, el comentario comenzó a circular desde hace seis meses cuando estaba por culminar la ampliación de la vía Panamericana.
Son 10 pequeños restaurantes que se ubican a orillas de la carretera que conduce hacia Puerto Armuelles y que a solicitud del Ministerio de Obras Públicas tendrán que salir por tratarse de una servidumbre pública, señalan los propietarios de los kioscos.
Se trata de familias humildes que viven en la región de Paso Canoa y que por toda su vida se han dedicado a la venta de comida en el sector fronterizo, y para Rosa, su mayor preocupación es que no les han hablado de ninguna reubicación.
DECLARACIONES
“Nos han dicho que el MOP quiere los terrenos para ampliar la calle, pero por escrito no nos han comunicado absolutamente algo y hablamos con altas autoridades de la provincia y dijeron que a nadie van a reubicar porque estamos en una servidumbre pública”, dijo.
Margarita González, tiene 20 años de estar vendiendo comida y considera que si las autoridades los sacan están cometiendo un error, porque ellos sólo buscan seguir llEva, Crítica en Líneando un sustento a sus hogares.
“Al sacarnos de este lugar, las familias consideran que van a hacer directamente afectadas, pero hay grandes negocios en la frontera que también están en la servidumbre, pero no les dicen nada, donde han cogida casi toda la calle”, agregó.
UNA ALTERNATIVA
Los dueños de los kioscos dedicados a la venta de comida consideran que si las autoridades de la provincia le brindan un lugar para trasladarse, lo hacen con toda confianza; se van y dejan el espacio para que amplíen la carretera.
En la frontera de Paso Canoa, el terreno se ha quedado pequeño por la ampliación de la vía internacional y la apertura de nuevos almacenes, por tratarse de un lugar que es zona franca.
El desarrollo comercial en esta región ha ido en franco crecimiento y diariamente acuden miles y miles de ciudadanos de origen costarricense y panameños a comprar en este lugar.
A parte de las actividades comerciales, también se trata de un intercambio entre las dos naciones vecinas.