Levantarse todos los días a las cuatro de la madrugada para ordeñar el ganado no es una tarea fácil; además de causar un desgaste físico está el bajo salario que se devenga por la actividad.
Aun cuando existen las ordeñadoras mecánicas, los pequeños ganaderos no pueden costear las mismas y requieren de personas con esta habilidad, indica Salustiano Hernández, de la Cooperativa Campesina Mandinga en Marcha, dedicada a la producción y venta de leche en el distrito de Capira.
La situación es complicada en muchas fincas lecheras, al no haber quienes se dediquen al ordeño de ganado y los que aun se dedican a esta labor ya están "agotados", por lo exigente del horario de trabajo y la forma de pago y que es de 7 centavos por litro ordeñado.
Según Salustiano Hernádez, un ordeñador experimentado debe jubilarse a los tres años de estar realizando esta labor, por lo que preocupa las condiciones de los dos trabajadores con que cuenta la cooperativa, uno tiene siete y otro cinco años.
Una manera de estimular a los ordeñadores, ha sido el Concurso de Ordeño que cada año es organizado por el patronato de la Feria Internacional de La Chorrera, el cual dura dos días y en donde el ordeñador es premiado en bases a la cantidad de leche de una determinada vaca.