Fundado el 15 de mayo de 1890, el Orfanato San José de Malambo, en el corregimiento de Santa Ana, se quedó chico para albergar a la población que en un inicio fue exclusivamente de niñas.
Gracias a la donación de un terreno de 10 hectáreas ubicadas en la comunidad de Cáceres de Arraiján y bajo la dirección de Sor Lourdes Reiss, conjuntamente con la Asociación de Amigas de Malambo y la contribución de algunas empresas, se logra construir el edificio que hoy es ocupado por niñas y niños de diferentes sectores.
Este hogar alberga a niñas (os) y adolescentes en situaciones difíciles que provienen de familias en situación de pobreza extrema, riesgo social y sin alternativa familiar, entre 0 y 18 años.
El retorno de la niña o el niño del Hogar San José de Malambo se produce cuando mejore la situación familiar del menor, sea entregado en adopción a alguna familia o cumpla la mayoría de edad.
Actualmente, el Hogar San José de Malambo confronta grandes necesidades económicas, "porque las donaciones en efectivo y cheque han bajado muchísimo y hay que pagar el gasto de personal que sólo en salario y seguro asciende a B/21,000,00 mensuales.
Sin embargo, y ante todas estas limitaciones, existe la gran satisfacción de ver una parte de la población beneficiada, entre los cuales han salido muy buenos profesionales que estuvieron en el Hogar de Malambo.
La mayoría de las niñas y niños que viven en Malambo proceden de Darién, San Blas, Chiriquí, y otros de las provincias centrales.
Aunque Malambo recibe un subsidio del Estado, Sor Lourdes Reiss considera que debe ser incrementado, "porque no llega a su debido tiempo; por ejemplo, el mes de abril todavía no ha llegado y es un problema porque, por lo general, llega un mes después".
A pesar de los múltiples inconvenientes que tiene este orfanato, ellos tienen meta de mejorar cada día más la atención integral de la niñez que se atiende en el hogar y crear programas que atiendan los problemas de la niñez en la comunidad, como son el maltrato infantil, abuso sexual, explotación sexual y la pornografía infantil.
Sin lugar a dudas, una persona que ha influido mucho en los avances que ha logrado el Hogar San José de Malambo es Sor Lourdes Reiss, que pese a todas las peripecias vividas junto a sus niñas como suele decir, asegura que aquí ha pasado los días más felices de su vida.
El apoyo de madres de familia como Lucila Beitía, que lleva 7 años cocinando la comida para 105 niños diariamente, ha sido fundamental para echar adelante este hogar, donde a pesar de las necesidades se respira amor, solidaridad y comprensión.
Uno de los graves problemas que confronta el Hogar San José de Malambo es que a pesar de contar con un número considerable de niños y niñas que están a la espera de la adopción, no logran concretar este proceso debido a la burocracia existente.
Este hecho representa una de las grandes frustraciones que confronta Sor Reiss, quien en una ocasión señaló que los marcapasos que lleva en su pecho se los debe a esta situación, porque a ella le entristece ver cómo se les priva a estos niños, algunos abandonados y otros enfermos, de tener un hogar.
En Malambo existe un caso de por lo menos 3 hermanitos que están a la espera de un hogar, pero se exige como requisito que quien esté interesado tiene que adoptarlos a todos, lo cual indica que allí permanecerán hasta que tengan la mayoría de edad.
Malambo también alberga a niños y niñas que padecen el VIH , los cuales han sido abandonados por sus padres o estos han muerto, pero son quizás los más consentidos del hogar, en donde han encontrado el amor y los cuidados que sus familiares les han negado.