Una polémica ha generado la denuncia por bien oculto en torno a los ingresos que ha logrado la empresa ICA Panamá por la concesión del Corredor Sur.
La obra fue desarrollada en base a un contrato de agosto de 1996 e incluía una inversión de $222.3 millones y ganancias de $84.1 millones para lograr en conjunto un monto recuperable de $306.4 millones que se obtendría través del cobro de peajes por $189.9 millones e ingresos por venta de terrenos por la suma de $116.5 millones.
A ICA Panamá se le autorizó vender 29.5 hectáreas de los terrenos del antiguo aeropuerto Marcos Gelabert, así como a realizar 35 hectáreas de rellenos de mar y ahora oferta la venta de más 7 hectáreas para el proyecto Islas de Punta Pacífica.
Independientemente de que se alegue que ICA ya recuperó su inversión y ganancia sólo con la venta de los terrenos cedidos por el Estado, lo cierto es que el Estado ha incumplido con propias cláusulas del contrato de concesión de auditar las operaciones de la compañía administradora del Corredor Sur y posiblemente igual situación se debe producir con el Corredor Norte.
Si bien es cierto que Panamá debe respetar la seguridad jurídica, de igual modo la sociedad panameña no puede sufragar ganancias adicionales a una compañía privada.
Hace más de dos años, el Ministerio de Obras Públicas anunció que realizaría una revisión de los ingresos por la operación del Corredor Sur y no se han divulgado los resultados.
Se hace necesario que se revelen las auditorías realizadas a las compañías que administran ambos Corredores, porque al menos en el caso de ICA Panamá, hay la percepción de que con el boom inmobiliario que hubo en Panamá, ya logró su inversión y una buena ganancia.