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El juicio se desarrolló bajo la ponencia del magistrado Luis Moreno. (Foto: Ilustrativa )
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Un jurado de conciencia declaró inocente al trabajador Osvaldo Mario Franco Cueto, ante la falta de suficientes evidencias que lo comprometieran en el crimen de Luis Alejandro Baloy, 32 años.
Baloy, murió tras recibir varios impactos de bala en su anatomía, en un confuso incidente registrado el 21 de abril de 2005.
La piquera de buses de Viejo Veranillo se convirtió en la escena del crimen.
Dos supuestos testigos alegaron que habían visto al trabajador la misma noche en que aconteció el homicidio, en perjuicio de Baloy.
El abogado Rubén Darío Remón, defensor del sindicado Osvaldo Mario Franco Cueto, planteó ante el jurado de conciencia -integrado por siete damas y un hombre- que su cliente no tenía nada que ver con ese homicidio.
Remón agregó que existían declaraciones contradictorias de las dos damas que actuaron con supuestas testigos.
Las declaraciones de las dos mujeres fueron aportadas por la fiscal segunda superior Belinda Pitti, quien asistió a la audiencia.
El juicio se desarrolló por espacio de dos días en el Segundo Tribunal Superior de Justicia, bajo la ponencia del magistrado Luis Mario Carrasco.
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