Los 85 años de Siverinao Martínez no le permiten realizar ninguna mejora a la precaria casa de hojas de zinc y madera en la que habita junto a su esposa Francisca Rodríguez, de 78 años, y dos hijos, José y Bernardo, ambos discapacitados.
La familia, quien reside en el corregimiento de Cirí Grande, sobrevive gracias a la caridad de sus vecinos y de la cooperación que semanalmente les entrega la Alcaldía de Capira; aun así, la casa está a punto de derrumbarse, lo que continúa siendo el mayor problema.
Francisca Rodríguez asegura que la situación es bastante difícil y añadió que a su dolor se suma el de tener un hijo recluido en la cárcel de La Chorrera.
Dijo tener la esperanza de poder mejorar su situación, una vez reciba los B/100.00 del programa "Cien para los 70", al no haber sido incluida en la Red de Oportunidades.
Una yunta entre la dirección del Instituto Profesional y Técnico de Capira (IPTC), que aportó un albañil, y la Alcaldía de Capira, que asumió los gastos de materiales; además de la colaboración de una empresa privada, al rebajar los costos de acarreo, permitió realizar el milagro de construir una nueva casa a esta familia.
El alcalde de Capira, Iván Saurí, dijo que a la fecha se han invertido 4 mil 556 balboas en la construcción de la casa, los que fueron obtenidos del dinero entregado por el Tribunal Electoral, a los candidatos independientes electos.
La casa está siendo construida según el modelo tipo Parvis, y podría ser entregada en una semana, gracias al trabajo de cuatro trabajadores, luego que esté amueblada.