Los recuerdos de los últimos momentos que pasó juntos a sus nietos John Jairo y Emmanuel Gudiño Rodríguez, no se apartan de la mente de doña Luz Asprilla.
La abuela de los dos menores fallecidos la mañana del viernes, en el incendio que afectó a un total de siete casas, en El Aguila de Curundú, comenta entre lágrimas que la tarde anterior los pequeños estuvieron toda la jornada con ella.
"Aquella triste mañana, yo pasé a buscarlos, pero como estaban dormidos no quise despertarlos para que se fueran conmigo a moler maíz y repartir bollos", acotó la Señora.
Un poco más allá, en el mismo lugar del siniestro, niños descalzos caminan por entre los escombros, ajenos del peligro que representa jugar en estos sitios.
Más temprano recibieron la visita del Presidente Martín Torrijos, y del Alcalde capitalino, Juan Carlos Navarro, quienes se solidarizaron por la tragedia que envuelve a los curundeños.
En Curundú están los damnificados eternos que se debate entre la pobreza, la violencia y hechos trágicos como: los incendios y las inundaciones.
Un corregimiento que desea mejores días y no más víctimas inocentes de la violencia.