Otra desgracia causada por la violencia pandillera. El pequeño Kevin Johan Gómez, de 5 años, murió de un balazo que atravesó su cráneo.
Kevin jugaba con otro amiguito en un automóvil estacionado frente a su casa, cuando varios sujetos armados, abordo de una moto, dispararon contra un transeúnte.
Aparentemente, Kevin -quien estaba cubriéndose detrás del auto- alzó la cabeza para mirar y ahí fue donde lo alcanzó la bala.