Es una de las hortalizas más consumida en el mundo y tiñe de rojo multitud de platos de nuestra gastronomía. También contiene cantidades muy apreciables de sales minerales de potasio, fósforo, calcio, sodio, hierro y zinc.
Sabroso e indispensable en la cocina, el tomate encierra en su interior un dechado de virtudes para la salud. Descúbrelas.
Crudo, frito, cocido, en salsa, en zumo o en un gazpacho, el tomate es un alimento nutritivo y refrescante que, por su sabor y bajo precio, forma parte de la dieta de la mayoría de los países, sobre todo en esta época. Sin embargo, el beneficio de esta sencilla hortaliza en la salud puede ser muy superior a cualquier fármaco, producto de costosas y complejas investigaciones, que el hombre haya inventado.
Y es que, hasta la fecha, ningún medicamento ha conseguido tener tantas propiedades terapéuticas como ha revelado poseer el tomate. Por eso, se recomienda comerlo en abundancia a los enfermos de cáncer, tuberculosis, reumatismo, cálculos, arenillas, artritis; enfermedades de la piel: eccemas, neurastenia, anemia, debilidad general, trastornos nerviosos y del tubo digestivo; son además laxantes desinfectantes, emolientes y curan las inflamaciones internas.
La ensalada de tomates con bastante ajo picado o machacado, combate el reumatismo, la diabetes, el raquitismo y la obesidad.