Cinco hijos de japoneses secuestrados por agentes norcoreanos durante la Guerra Fría serán puestos en libertad y podrán reunirse con sus familias en Japón.
Los niños nacieron en Corea del Norte durante el cautiverio de sus padres, forzados a entrenar a espías norcoreanos en el idioma y las costumbres de Japón por veinte años.
A cambio, Japón se comprometió a proveer a Corea del Norte 250.000 toneladas de ayuda alimentaria y US$10 millones en abastecimientos médicos.
El acuerdo quedó sellado durante una visita del primer ministro japonés Junichiro Koizumi a Pyonyang, la capital de Corea del Norte, en la que se reunió con el líder norcoreano Kim Jong-il (foto).