P: Soy obeso y tengo miedo de los efectos que mi peso está teniendo en mi salud. He estado pensando someterme a un pypass gástrico, pero empecé a leer historias sobre muertes durante la operación. ¿Podría decirme exactamente lo que es un bypass gástrico, y con qué frecuencia muere la gente como resultado de someterse a ello?
R: La obesidad es una epidemia en los Estados Unidos. Según un estudio del año 2003, el número de personas con obesidad severa está creciendo vertiginosamente. El estudio descubrió que el número de estadounidenses con obesidad se duplicó entre 1986 y el 2000. Durante el mismo período, el número con obesidad severa se cuadruplicó. La obesidad significa tener el índice de masa corporal (BMI en inglés) en 30 o más. La obesidad severa significa tener el BMI en un 40 o más.
Su BMI depende de su peso y altura. Pero para la mayoría de las personas con un BMI de 40 significa estar unos 45 kilos por encima de su peso ideal. Según los investigadores, 1 de cada 50 estadounidenses, o alrededor de 5,8 millones de personas, posee un BMI de más de 40. Mientras que 1 de cada 400 o alrededor de 730.000 personas, tiene un BMI de 50 o más.
El estudio que aún se utiliza para ilustrar los serios efectos de la obesidad extrema fue publicado hace más de 20 años. Incluía a 200 hombres cuyo peso medio estaba por los 143 kilos. Un cuarto de los hombres murieron durante los 7 años y medio que los investigadores les seguían de cerca. Este índice de mortalidad es mucho más alto que el de la población media.
La obesidad se asocia con una serie de problemas de salud. Estos incluyen enfermedades cardíacas, alta presión sanguínea, diabetes, problemas de espalda y varios tipos de cáncer. En casi todos los casos, la obesidad extrema hace que estos problemas aparezcan con mayores probabilidades. A veces la obesidad extrema parece crear sus propios problemas. Un estudio reciente descubrió fuertes conexiones entre la obesidad extrema y la depresión. Pero con la obesidad regular no existía este vínculo.
La cirugía para reducir el peso se denomina cirugía bariátrica. Los cirujanos llevan haciendo estas operaciones desde hace más de 50 años. Recientemente, el número de pacientes ha aumentado bastante. El año pasado se llevaron a cabo unas 100.000 operaciones, duplicando el número de operaciones llevadas a cabo hace tres años. La popularidad se ha extendido debido al hecho de que las operaciones se pueden hacer a través de pequeñas incisiones.
El bypass gástrico es la operación más común que se lleva a cabo en los Estados Unidos. Se hace más pequeño al estómago. El cirujano lo corta en dos, dejando tan sólo un pequeño bolso como estómago, del tamaño de un huevo, para recibir comida del esófago. Después, parte del intestino delgado se reorganiza para que la comida pase del estómago pequeño a la parte del medio del intestino delgado (el yeyuno). Como resultado, la comida sobrepasa el estómago y unos cuantos centímetros del intestino delgado.
El riesgo de estas operaciones está apareciendo en las noticias. En la mayoría de los estudios, el índice de mortalidad a causa de la cirugía de la obesidad es menor del 1 por ciento. Eso se compara favorablemente al 2 por ciento de la cirugía de bypass de la arteria coronaria. Pero las personas deciden tener la cirugía bariátrica. La necesidad inmediata médica puede no estar tan clara como cuando se llevan a cabo otras operaciones cardíacas y sus pacientes. Pero los que apoyan la cirugía bariátrica dicen que el no tratar la obesidad severa también es algo peligroso. También argumentan que la cirugía es la terapia más efectiva. Las dietas ayudan y un grupo relativamente pequeño de gente pierde una cantidad pequeña de peso. Los estudios del bypass gástrico han mostrado que la cantidad de peso que se pierde en promedio después de 10 años tras la cirugía es de un 50 por ciento del peso excesivo, o unos 25 kilos para la mayoría de la gente con un BMI de 40.
La cirugía de la obesidad extrema es difícil de realizar. La obesidad en sí es un riesgo que produce complicaciones quirúrgicas. Algunos doctores dicen que se necesitan llevar a cabo más investigaciones sistemáticas. Necesitamos respuestas a ciertas preguntas como qué es lo más beneficioso para los pacientes, cuál es la operación más efectiva, y si se necesitan establecer unidades especializadas. Con ese objetivo, el Instituto Nacional para las Enfermedades de Diabetes, Digestivas y del Riñón, anunció el año pasado que iba a crear un consorcio clínico de investigación.