En el distrito de Gualaca, en la provincia de Chiriquí, en pleno centro del parque municipal, existe una biblioteca que ofrece al público en general, una educación de poca altura, pero no hablamos del nivel académico, si no de una biblioteca "bajo tierra".
Cuando se creó el parque hace muchos años, los miembros del Consejo Municipal, tomaron la iniciativa de construir debajo del redondel que está en el centro del parque, un espacio que serviría de oficina o salón de reuniones para ellos.
Sin embargo, con el pasar del tiempo y algunas reestructuraciones, ese espacio se convirtió en la Biblioteca Subterránea, donde las personas acuden diariamente, principalmente los niños, para realizar alguna tarea o investigación que les aplican en sus centros escolares.
Para llegar a la biblioteca hay que entrar al parque municipal de Gualaca y caminar hasta el centro, donde unas escaleras debidamente ubicadas, llevan a las personas hasta el interior del pequeño espacio que sirve de recinto de gran cantidad de libros que se utilizan en los trabajos estudiantiles.
Según Yadira Yamileth Méndez, una de las responsables del cuidado de la biblioteca, todos los días llegan allí gran cantidad de estudiantes de todas las comunidades, incluyendo las más alejadas, a realizar trabajos e investigaciones, con el objetivo de buscar algún libro que les sirva para realizar algunas tareas.
Yadira mencionó que en el lugar se cuenta con gran cantidad de valiosos libros que ofrecen mucha enseñanza a los jóvenes que asisten a la biblioteca, sin embargo, muchas veces no llenan las expectativas de los estudiantes, por lo que sería fabuloso que alguna autoridad donara más libros para el uso y beneficio de todos.
Destacó que en estos momentos por la cantidad de años que tiene la estructura, es merecido pensar en una reestructuración de la pequeña biblioteca que por la necesidad de los estudiantes del sector, ha demostrado que es sumamente necesaria y de vital importancia para la comunidad.
También existen otros proyectos como la instalación de una máquina fotocopiadora en la biblioteca, por la necesidad que existe entre los estudiantes de ese servicio, que no se ofrece en la comunidad.
Pensar en una biblioteca subterránea, resulta curioso para cualquier persona que escucha el tema, lo cierto es que en Gualaca existe y resulta un poco agradable para los niños asistir al lugar, por tratarse de algo parecido a un lugar secreto.
Esta iniciativa es digna de un reconocimiento, esto se puede tomar como incentivo para que los niños se interesen en los estudios y lectura de libros que les servirán de mucha ayuda en el campo educativo.
Pero lo importante será no dejar caer la iniciativa y llamar la atención de las autoridades a que aporten cada vez más a esta idea, con una reestructuración dentro de las instalaciones de la pequeña biblioteca y la dotación de libros y más material actualizado, para un mejor desarrollo de la educación de todos los que asisten.