En Argentina crece un nuevo y pujante negocio: la cría de animales no tradicionales como caracoles, llamas, chinchillas, conejos, búfalos, faisanes y ñandúes, de escaso consumo interno pero con buena demanda en el exterior.
El surgimiento de estos nuevos nichos de mercado está íntimamente ligado con la devaluación de la moneda a principios de 2002, tan perjudicial para los bolsillos de los argentinos pero que a la vez abrió nuevas perspectivas para aquellas actividades orientadas al mercado internacional.