El mandatario electo Ricardo Martinelli designó su Gabinete. Es un equipo relativamente joven e integrado por casi en su totalidad por profesionales que se han destacado mayormente en el sector privado, salvo el ministro de Gobierno y Justicia, que ejerció de vicecanciller y canciller durante el período 1990-1994.
El país espera que en estos 48 días que falta para la toma de posesión del nuevo gobierno, se logre una transición efectiva y se reduzca esa fase de aprendizaje que caracteriza a todos los que asumen una nueva responsabilidad.
El aplastante triunfo de Martinelli en las urnas ha generado una excesiva expectativa en la población, que reclama eficiencia y transparencia en los funcionarios de la nueva administración.
Sin duda que en campaña se hicieron múltiples promesas y la población, los medios y la oposición estarán vigilantes para que se cumpla lo prometido.
Sin embargo, hay que resaltar que algunas de esas promesas se estrellarán contra la realidad de las finanzas públicas. Hay una realidad: la recaudación de impuestos ha sido menor en el primer cuatrimestre a lo logrado para el mismo período en el 2008.
La crisis mundial ya golpea a Panamá que tendrá una desaceleración este año. El Producto Interno Bruto no crecerá al ritmo de los años anteriores. Se necesitan nuevas ideas para mantener saludables las finanzas públicas y también para aliviar el alto costo de la vida que golpea a los sufridos panameños.
El pueblo espera de los nuevos ministros entrega total en su gestión y que no se dejen absorber por la burocracia que convierte muchas veces al Estado en un paquidermo, que en vez de agilizar los trámites, los complica.