Todo transcurría de forma normal en el corazón del distrito bancario de la capital en horas de la tarde de ayer, martes, hasta que una explosión, que algunos testigos describen como apocalíptica, estremeció toda una manzana de la Calle Beatriz M de Obarrio, en la parte trasera del Hotel Marriot.
Era la 1:52 p.m. cuando el ensordecedor ruido fue seguido de una llamarada que alcanzó varios metros de altura e iluminó la parcialmente nublada tarde.
Un camión despachador de la empresa 'Tropigas' explotó cuando realizaba una entrega a un restaurante ubicado en el vetusto edificio América, en la mencionada calle del corregimiento de Bella Vista.
La explosión principal fue seguida de dos más como parte de una reacción en cadena en la que fueron afectados cinco vehículos particulares y varios apartamentos del edificio América.
LOS HERIDOS
La peor parte en la explosión se la llevó Abelardo Matos, de 54 años, quien recibió quemaduras de segundo grado y se encuentra recluido en el Hospital Santo Tomás.
Pero no fue el único herido, porque también resultaron afectados el despachador del vehículo de 'Tropigas', José Olmedo Remice, de 30 años; el conductor Fabio De León, de 38, ambos con quemaduras leves y que se encuentran fuera de peligro en el Complejo Hospitalario Metropolitano de la Caja de Seguro Social.
También resultó afectado con golpes, Esteban Valdez.
El siniestro dejó pérdidas materiales considerables aún no cuantificadas.
LA EMPRESA SE PRONUNCIA
Un comunicado de la empresa 'Tropigas' lamentó lo que calificó como un "accidente" y reiteró la disposición de la compañía para esclarecer las causas del siniestro.
Aseguró que cumple con todas las normas de seguridad nacionales e internacionales en operaciones y equipos.
En el comunicado se subrayó que una vez ocurrido el accidente se notificó a la compañía de seguros para iniciar los trámites legales correspondientes.
SUERTUDOS
La explosión no sólo no dejó víctimas fatales humanas, sino que milagrosamente tres animales que se encontraban en el sitio salieron con vida.
Un gato callejero que se dirigía exactamente hacia el sitio donde ocurrió la primera explosión, fue lanzado por los aires, pero se recuperó y escapó de lo que parecía una muerte segura.
Los bomberos sacaron de los apartamentos afectados a un perro y al conejo 'Sticky', cuya dueña está de viaje.