Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han reclamado a la Fuerza Pública de Panamá que no se inmiscuya en el conflicto colombiano y prometen no atacar a los uniformados de nuestro país destacados en la selva darienita.
La insurgencia colombiana debe entender que debe respetar el territorio panameño y que no pueden perpetrar secuestros de panameños y extranjeros residentes en nuestro país, ni atacar ni saquear poblados a lo largo de la zona fronteriza.
Si bien es cierto que a Panamá no le conviene inmiscuirse en el conflicto entre el ejército colombiano y las FARC, tampoco podemos permitir que guerrilleros o paramilitares ingresen como Pedro por su casa a territorio panameño.
Miembros de las FARC han perpetrado secuestros en Darién como fue el tres norteamericanos de la Misión Nuevas Tribus, así como de los españoles José y Sergio Colastra. En plena ciudad capital plagiaron al empresario cubano-americano Cecilio Padrón y otros pequeños empresarios fueron también secuestrados por la guerrilla.
Si la guerrilla no quiere que Panamá quede inmersa en el conflicto, entonces debe empezar por respetar la soberanía panameña y a las personas que viven en Panamá. Nuestro país tiene suficientes problemas con la delincuencia criolla para estar lidiando con guerrilleros, pero tampoco no podemos hacer los ciegos y los sordos, para que la insurgencia haga lo que mejor le pearezca en nuestro territorio.