La pobreza golpea en forma marcada a varias comunidades del distrito sonaeño, donde hay cientos de personas que sufren este flagelo y no reciben el apoyo de las autoridades locales.
El educador Abel Vásquez, residente en El Rodeo de Soná, manifestó que políticas definidas para combatir la pobreza, el hambre y la miseria en nuestro país son necesarias para que muchas familias humildes dejen de vivir en la miseria y puedan superarse.
Aseguró que en este sector de la provincia de Veraguas, los pobladores se sienten olvidados puesto que no les llega ningún tipo de proyectos comunitarios y como si fuese poco la carretera de acceso a varias comunidades se encuentra en deplorables condiciones sin que hasta la fecha haya sido reparada.
Comentó que familias enteras están sobreviviendo porque Dios es grande, ya que no hay comida y los niños padecen diversas enfermedades, puesto que ya no se hacen giras médicas a esas comunidades apartadas donde las personas no pueden ir al pueblo porque no tienen cómo hacerlo.
"Hay demasiada pobreza en Soná. Ya no es solamente en las comunidades apartadas de la comarca Ngöbe Buglé que las familias viven en extrema pobreza y que pasan varios días sin comida", dijo.
Recientemente este medio conoció la cruda realidad de los habitantes de El Barrero Grande del distrito de Soná, a pocos minutos de esta ciudad donde existe una cantidad de personas que viven en condiciones infrahumanas sin que nadie les dé una mirada, menos los nuevos políticos que pasan por la carretera a gran velocidad.
PROBLEMAS
En esta misma comunidad hay gran cantidad de niños con problemas de malformaciones congénitas o cualquier otra enfermedad. Sus padres no pueden sufragar los costos de cirugías y tratamientos, que cada vez empeora sus condiciones de vida.
Los señalamientos de los educadores en estos casos apuntan hacia la búsqueda de políticas definidas que ayuden a mejorar las condiciones de vida de las personas que sufren estos problemas.