Faltan pocos días para que los panameños celebren las fiestas patrias, pero �Cómo se describe a Panamá? no hay palabras que llenen este significado, porque el panameño está lleno de muchas costumbres, de tradiciones, en fin es un país bendecido por Dios, con muchas curiosidades por descubrir.
Dentro de esos lugares bendecidos está la región de Tonosí, en la provincia de Los Santos, donde año tras año, muestran de forma muy curiosa y divertida, algunas de las costumbres de antaño.
En Tonosí, celebran la Semana del Campesino, al igual que en otros puntos de la provincia santeña, pero con la diferencia de que los tonosieños son los únicos, celebrando la faena del campesino panameño.
Esto se debe a que en Tonosí existe un comité, que se encarga todos los años de organizar cada detalle del desfile, es decir: ellos escogen temas de la faena campesina que deben ser representados por una calle del distrito de Tonosí cabecera.
Lo realizan a través de una tómbola, por ejemplo, algunas barriadas este año les tocó: a la mujer lavando en el río; la otra barriada, el enfermo cargado en hamaca, la piladera, asando tortilla, entre otras.
La reina es escogida dos días antes del desfile de carretas, todas llegan a la plaza del pueblo y allí en una totuma se escoge a la niña que será la reina, y este año le tocó a Bleisy Monterrery, de la barriada El Arenal.
Lo llamativo de esta celebración es que la gente se viste como campesino, con sombreros viejos, encutarrados, fumando tabaco con una pipa, gente sucia saliendo de trabajar del campo.
La fiesta es muy divertida y a la vez educativa, los tonosieños este año plasmaron muchas cosas que se han perdido y una de esas cosas fue la puesta del Cepo, que era cuando la gente cometía un delito o formaba una pelea, la forma en que se castigaba era colocando el Cepo, las personas quedaban unidas, es decir atascado a un pedazo de madera, del cual no se podían mover.
Lo cierto es que en Tonosí la gente no dejó atrás su tan famoso campesino, que es único en su especie, porque realmente es como retroceder el tiempo, donde la muchedumbre cocinaba en fogón, lavaban en el río, pilaban arroz, en fin tantas tradiciones bonitas, donde la gente era humilde y no dependía de la tecnología.