Una de las primeras técnicas que se pusieron en práctica, indicó la Ingeniera Marianela Gómez, fue la de Regulación y manejo adecuado de la sombra. Para la cual inicialmente se realizó un diagnóstico con el fin de determinar el porcentaje de sombra en el cafetal.
Del análisis e interpretación de los resultados se propuso un plan para la regulación de la sombra. En aquellos sitios con un porcentaje de sombra superior al 40% (sombra excesiva), se procedió a disminuir la misma.
Para lo cual los productores iniciaron con el anillamiento de los árboles que no aportan o aportan muy pocos beneficios al café. También se han podado árboles maderables torcidos y que tienen baja calidad.
Además, se ha iniciado con la poda y descuadra de los árboles de copa densa como los guabos con el fin de abrir la copa, permitir el paso de la luz y garantizar rangos adecuados de sombra que oscilen entre un 20 y 40%.
La regulación de la sombra tiene como finalidad mejorar los rendimientos de producción, lograr una mejor distribución de la sombra, disminuir los problemas fitosanitarios en el café y asegurar un mejor control de las malezas. El manejo adecuado de la sombra puede contribuir a aumentar los rendimientos de producción entre un 30 a un 50%.
Otro de los métodos es las siembra de maní forrajero en nuevos lotes de café, la cual ya fue iniciada por los productores en las nuevas plantaciones de café.
Para esto se ha empezado con la siembra en pequeñas áreas con el fin de que éstos mantengan una pequeña parcela en la finca y poco a poco continúen regando la semilla por todo el cafetal.
La siembra de maní forrajero es una de las prácticas de conservación de suelos más difundidas y utilizadas en cafetales, ya que ofrece la ventaja que protege el suelo del impacto directo de la lluvia, evita la erosión, se utiliza como cobertura noble, por lo que contribuye a disminuir los costos de deshierbas y sirve como abono verde.