Con un caramelo para atraer a la pequeña Mónica de un año, Julissa se valió para sustraer a la menor de la casa de su abuela Celsa García, según la primera versión que brindó a las autoridades de la extinta Policía Técnica Judicial de Arraiján, el día de su captura, 11 de marzo de 2003.
El hecho fue planificado, según la secuestradora, desde el 15 de diciembre del 2002, por una supuesta deuda que mantenía el parapléjico Jorge Jaén con Castor Serrano.
Según la principal sospechosa, accedió a cometer el ilícito, porque fue amenazada con un arma de fuego por el parapléjico, quien además le advirtió que mataría a su mamá y violaría a su hermana, también minusválida.
A cambio del secuestro, Julissa, supuestamente recibiría tres busitos Coaster y un picop Hi Lux que fue a cotizar, además de 5 mil dólares.
Cuando Julissa Ortega fue capturada el 11 de marzo en Alcalde Díaz, al intentar sustraer a otra menor, Mónica ya no estaba en su poder.
Las versiones comenzaron a variar, con más de 8 a 9 declaraciones que realizó en una ampliación de la indagatoria ante la Fiscalía Auxiliar, en todas explicaba un paradero distinto de la pequeña Mónica Serrano.
El paradero de "Moniquín" de un año y medio, quien había sido llevada desde el portal de la casa de la abuela era incierto, los días iban transcurriendo, ante la desesperación de sus padres.
Fue así que, durante la indagatoria, surgieron nombres como: Jorge Jaén, su concubina Kathia Esther González, un abogado, alias "Cococha"; "Caco" y "Fulo Puertas".