Este mes son muchas las cosas que se celebran, pero el amor por la identidad no puede pasar desapercibido en la provincia de Herrera. Corría el año de 1986, cuando se fundó el Museo de la Sal y el Azúcar que hoy llena de orgullo al pueblo herrerano, pues son miles los que han pasado por sus salas, llevándose una idea global de lo que es esta tierra interiorana de hombres y mujeres laboriosos.
Después de muchos años el esfuerzo valió la pena y hoy se celebrará un año más de historia.