Muchos pensadores de sandalia y moñito, piensan que en cuba ha fracasado el bien. No voy a discutirlo, pero en Panamá que es lo que más me interesa, nuestra economía de tránsito será beneficiosa con todo y sus desigualdades sociales, pero al fin y al cabo con libertad.
El que haya estudiado a cabalidad, los modos de producción de la humanidad se habrá dado cuenta que Panamá en sus cien años de República, quizás por ser tan chiquito, ha manejado casi a la perfección los altibajos del capitalismo de los últimos siglos, que en un principio fue influenciado por la mano invisible de Adams Smith, que procuraba la libre empresa con un mínimo de participación estatal, que cubriera con pocos impuestos algunos beneficios sociales que escapaban del entendimiento empresarial.
Años después de la depresión de 1930, Panamá se vio beneficiada por causas externas como la segunda guerra mundial y en momentos que a nuestra economía ni se asomaban las nuevas corrientes de substitución de exportaciones, proteccionismos arancelarios, corrientes impositivas y un sartal de medidas preñadas por el pensamiento económico de Keynnes, se aceleraron los progresos de todo el bloque capitalista, en Europa, Asia y sobretodo en el nervio motor de la economía mundial: Los Estados Unidos de América en donde el capitalismo se reinventa ante cada catástrofe financiera o económica.
Ahora con la globalización, vuelven a reventarse grandes válvulas, que tienen a muchos con la impresión que estamos ante el umbral del fin del capitalismo mundial. �Falso! Ya están por entrar en vigencia las ideas de Alan Green Pance, el fin de la obsolescencia planificada, las críticas al materialismo y consumismo exagerado, la educación al deseo y el ver como por la razón o la fuerza se disminuye el número de 90 millones de personas que viven en la indigencia. Mientras tanto nuestro particular capitalismo criollo, sortea magistralmente todas las erupciones dentro de un sistema en donde hay libertad hasta para abusar, sino recuerden quién fue el que nos dijo: "aquí me voy, aquí los dejo, que los más vivos, vivan de los demás.
