El Ejecutivo dispuso convocar sesiones extraordinarias para abordar dos temas sensitivos: las reformas a la Caja de Seguro Social y al sistema tributario.
Sin duda que ya deben existir los anteproyectos que debe aprobar primero el Gabinete para luego ser presentados a la Asamblea Nacional. Se hace prudente que el gobierno divulgue algunos de los aspectos contemplados en ambas iniciativas, para que la llamada sociedad civil, trabajadores y empresarios, hagan sus evaluaciones.
También se hace necesario, que una vez lleguen los proyectos al Palacio Justo Arosemena, se permita una amplia discusión y no se inicie una carrera contra el tiempo, en espera de aprobar ambas reformas a pocos días del inicio de los carnavales.
Todo indica -según palabras del propio mandatario Martín Torrijos- que las modificaciones al sistema de jubilaciones implicarán sacrificios para todos.
Lo central es lograr mayores ingresos para el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), así como para el de Maternidad y Enfermedad. ¿Cómo se consigue esto?. Hay un menú de opciones que van desde el aumento en la edad de jubilaciones, alza de la cuota obrero-patronal, reducción del número de beneficiarios e incremento en los años de aportes para tener derecho a una pensión.
Ambos proyectos generarán protestas callejeras. En democracia todos tienen derecho a protestar, pero las manifestaciones se deben desarrollar de manera pacífica y sin afectar los derechos de terceros.
Al mismo tiempo, el gobierno debe entender que no puede imponer propuestas a la brava y que la mejor solución se logra en base al diálogo, donde se acojan las propuestas sensatas.