El maridaje es la combinación correcta entre las bebidas y los alimentos. Los especialistas consideran que el éxito del vino estriba precisamente en el perfecto maridaje que haga con la comida.
Con frecuencia se dice que la relación entre el vino y la comida depende siempre de la afinidad ó del contraste del sabor, y que los vinos más ligeros deben acompañar a los alimentos poco condimentados y de sabores suaves, mientras que los vinos más robustos, de mayor contenido tánico deben acompañar a los alimentos más condimentados, de sabores más intensos y de elaboración más complicada, incluso comida con picante.
Una manera sencilla consiste en escoger primero el plato principal de nuestra comida ó cena, y en función de ello decidirnos por el vino.
En el caso de cenas navideñas, es común que el plato fuerte sea el pavo, y la carne de este, al igual que la del pollo, es tan neutra que puede ser perfectamente combinada con vinos tintos ó blancos.
Sin embargo no hay que olvidar que si el pavo tiene un sabor suave y dulce, un vino blanco ó un tinto joven serán la mejor elección.
Solo recuerde que, los vinos ligeros se toman siempre antes que los vinos más fuertes, y los vinos blancos normalmente se toman antes que los tintos.
Fina Cortesía de su Chef Elizabeth de Juárez Diciembre 26, 2004
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