La panameña Rebecca Philpotts, de 88 años de edad, fue asesinada por su propio nieto, al propinarle más de 30 puñaladas, poco después que ella le cocinó la cena de Navidad, en un apartamento de Brooklyn, Nueva York.
Alexander Philpotts, de 25 años, agarró un cuchillo y apuñaló unas 30 veces a la señora que había emigrado hace 30 años desde Panamá.
El nieto llamó a la policía y le informó a la operadora que había asesinado a su abuela. Esperó en el apartamento hasta que llegaron los agentes, quienes tras hallar el cadáver lo arrestaron. Los detectives dijeron que el nieto les comentó que él creía que su abuela se disponía a envenenarlo. La policía investigaba si el joven tenía antecedentes penales o si sufría de alguna enfermedad mental.
El sacerdote Rocco Danzi, de la iglesia de San Ignacio a la que acudía la señora, destacó que Rebecca estaba orgullosa de su herencia panameña.