P: Tengo 69 años, soy delgado (aunque no hago demasiado ejercicio) y gozo de buena salud, salvo el colesterol que lo tengo ligeramente alto. Donde vivimos nieva mucho y durante los últimos años mi mujer me ha estado diciendo que no debería seguir quitando la nieve del camino yo mismo con una pala. ¿Está exagerando?
R. El invierno presenta ciertos problemas para los hombres que viven en regiones donde nieva. Entre los principales peligros se encuentran los choques entre los automóviles y las caídas. Pero incluso sin accidentes, la nieve puede llegar a ser peligrosa por diversos motivos. El estrés físico que produce el quitar la nieve usando una pala no es algo menor. Cada invierno más de 1200 muertes producidas por causas de tipo cardíaco suceden durante o después de las tormentas de nieve. En Massachussets, Estados Unidos, por ejemplo, los fallecimientos debido a enfermedades del corazón rondan el 22 por ciento en los días que siguen a cada uno de las seis tormentas de nieve analizadas entre 1974 y 1978 y con una mortandad tres veces superior en los hombres que en las mujeres. Esto induce a pensar que el quitar la nieve manualmente provocó muchas de esas muertes.
¿Por qué son los hombres especialmente vulnerables? Los hombres son más propensos que las mujeres a padecer enfermedades del corazón (al menos antes de los 65 años). También son más los hombres que se dedican a quitar la nieve usando palas y los hombres responden al reto de quitar la nieve manualmente de forma diferente a las mujeres. Por alguna razón, quizá debido al efecto de la testosterona ante un esfuerzo físico, los hombres no saben en qué momento deben parar. Cuando las mujeres utilizan una pala para quitar la nieve, normalmente limpian el sendero más estrecho que pueda permitir un camino seguro por donde transitar. Los hombres suelen empezar con la misma meta, pero habitualmente siguen y siguen, sin hacer caso a los pies fríos, al dolor de espalda e incluso dolor en el pecho, hasta que el último copo está fuera del camino. La testosterona no cuenta.
Los hombres que padezcan enfermedades del corazón no deberían quitar la nieve, y varones con buena salud por encima de los 50 años deberían hacer todo lo posible por evitarlo ya que en torno a los 50 años muchos hombres padecen enfermedades del corazón sin siquiera saberlo. Pero si de todas formas quiere quitar la nieve usando una pala, juegue sobre seguro. Procure calentarse bien antes de ir afuera y refrescarse después. Vista prendas térmicas. Es especialmente importante el proteger sus pies, sus manos y su cabeza. Hidrátese bien. Tómeselo con tranquilidad y haga descansos frecuentes. Resulta mucho más seguro quitar tres trozos que no pesen tanto que cargar la pala completamente de forma que ésta pese mucho, y al apartar la nieve hacia los lados es aún mejor. Deje la nieve pesada, húmeda y la que esté helada. Márquese metas razonables y ajústese a ellas. Limpie únicamente la nieve que resulte imprescindible quitar. La restante se derretirá. Su meta es conseguir un camino seguro no un premio de los demás vecinos.
No olvide proteger su espalda además de su corazón. Flexione sus rodillas en lugar de su cintura. Póngase delante del montón de nieve en lugar de girar su espalda conforme vaya avanzando para lanzar la nieve. Lleve su carga hasta un montón pequeño en lugar de esforzarse para ponerla en todo lo alto de un montículo grande. Sobre todo, escuche a su cuerpo. Incluso con una buena preparación y planificación previa, el quitar la nieve con una pala puede causar problemas. Haga caso de los pequeños lamentos antes de que se conviertan en algo grande. Deje la pala y vuelva a su casa si experimentar dolor en el pecho; palpitaciones; falta de respiración sin motivo; cansancio sobrevenido; ligero mareo; o náuseas: todos ellos son síntomas de dificultades cardíacas. Si sus síntomas son graves, llame a su médico enseguida.