En una fiesta santeña es común ver al hombre campesino lucir los más hermosos sombreros, ya sea en fiestas o en la faena diaria.
Pero detrás de la belleza de estos sombreros, existen manos muy delicadas que minuto a minuto realizan este arte, netamente de la campiña.
Edilsa Meléndez, residente en la comunidad de la Rana, distrito de Macaracas, es una de esas mujeres emprendedoras, quien se dedica exclusivamente a la confección de sombreros de juncos.
Cuenta, Edilsa, que la gran mayoría de las mujeres de esa comunidad se dedica a tejer y coser sombreros, ya que para la mujer de esta región escasamente hay un trabajo.
Para ello, se dedican a la confección de sombrero desde que son unas niñas.
Edilsa, por ejemplo, aprendió a coser desde que tenía diez años, actualmente tiene 20 años de dedicarse a esta actividad.
Explicó que para hacer un sombrero de junco hay que utilizar una pajita que se encuentra en las quebradas, luego de ello se pone a secar por espacio de dos días y de allí se selecciona cada pajita que se va a tejer, ya que deben ser todas verdes.
COSTO
El costo de este tejido es de B/.3.00 la braza, ya que el coserlo tiene otro costo.
El tiempo que se toma para confeccionar un sombrero depende del ancho, si es grueso toma unos 15 días, mientras que si es más finito el tejido, demora un mes.
Según la joven Edilsa, la confección del sombrero de junco es mucho más complicado que el pintado, ya que el pintado se cose con una sola pajita y el de junco se hace con dos pajitas.
Manifestó que gracias a Dios todavía se pueden hacer sombreros, pero indica que es muy difícil conseguir el junco porque este material en algunas ocasiones desaparece, contrario a otros tiempos cuando este material se encontraba en cualquier quebrada de la región santeña.