De tal palo, tal astilla. No es casual que tres artistas, cada uno dentro de su estilo y que han logrado notoriedad en su trayectoria como profesionales de la pintura, tengan como denominador común que por sus venas corre la misma sangre.
Hablamos de José Herrera Moreno, Dagoberto Rivera De La Cruz y Osvaldo Enrique Herrera Graham, destacados pintores chorreranos.
Dagoberto Rivera De La Cruz inició dibujando para sí mismo y para sus compañeros de escuela. Luego, se inclinó por la pintura de paisajes y grandes murales que adornaban populares centros recreativos.
Sus pinturas de murales siempre estuvieron inspiradas en su querido Chorro de La Chorrera, las ruinas de la Panamá Viejo, Puente del Rey, El Canal, paisajes de la campiña interiorana y barcos en el mar.
Laboró como rotulista en La Panificadora La Favorita y por 25 años fue integrante del Departamento de Rótulos y Propaganda de la Cervecería Nacional, logrando de esta manera dar a conocer su arte.
Sus obras han quedado plasmadas a lo largo y ancho de la geografía nacional con su sello característico que dice: Dagoberto R., plasmado sobre un pincel.
El gran Dago como se le conoce entre los grandes pintores de su época en La Chorrera a su primo Osvaldo Herrera Moreno, a quien da el mérito de haberlo iniciado en la pintura junto a José Herrera y a otros grandes como Monchi y Tino. Considera que en este negocio hay que tener su propio estilo "porque el que imita no sirve".
Osvaldo Enrique Herrera Graham pintaba, a diferencia de sus tíos, desde que tenía 3 años, por la influencia de su padre del mismo nombre, ganador de los concursos de afiches de la Feria de La Chorrera desde que empezó.