Fumar pareciera ser un vicio en vías de extinción. Sin embargo, aún existen 221 mil panameños que no entienden el daño que se hacen a sí mismos y a sus seres queridos con el tabaco.
En la mayoría de los casos, el consumo del cigarrillo inicia en la adolescencia, entre los 13 y los 15 años de edad. En 2002, el 18 por ciento de los jóvenes entre estas edades fumaban. Hoy en día, esta cifra ha bajado sorprendentemente a "sólo" un 8.3 por ciento.
Estas estadísticas podrían ser consideradas como un alivio, hasta que las comparamos con estas: De las 11 mil muertes que ocurren en Panamá anualmente, 2,090 (el 19 por ciento) están directamente relacionadas con el vicio del tabaco. No puede negarse que se han dado avances significativos en la lucha contra el cigarrillo, pero todavía falta mucho trabajo por hacer.
Actualmente está prohibido fumar en lugares cerrados y públicos en todo el territorio nacional. Recientemente, la Asamblea Nacional aprobó un aumento de 100% al impuesto de cigarrillos.
Las industria del tabaco se ha opuesto a este incremento, señalando que acrecentará el trasiego de cigarrillos introducidos ilegalmente desde China y Paraguay. Las autoridades de aduanas deben enfrentar este problema, ya que lo que realmente está en juego no es las ganancias de las tabacaleras, sino la salud pública.