-El 9 de octubre de 1979 un gran movimiento de masas, encabezado por los educadores, presionó y logró que se derogara la Reforma Educativa impulsada por el gobierno que presidía el mandatario de la época, Dr. Aristides Royo.
Veintiocho años después de aquel suceso y con menos apasionamiento, vale la pena analizar las circunstancias que obligaron al gobierno a retirar el proyecto y preguntarse si convino a la educación nacional esa acción de los docentes.
El movimiento magisterial se vio fortalecido en la época por cierta histeria anticomunista, lo que unió a varios grupos de la mayoría silenciosa de los ciudadanos.
Ese apoyo a los educadores aglutinó a grandes mayorías que por tradición y convicción se oponen al florecimiento de doctrinas totalitarias en el istmo. Y la Reforma Educativa fue derogada ante la complacencia de los educadores que lideraron la jornada, entre ellos, Julio César Ortiz, Gilberto Solís y el maestro Marco Alarcón.
Al pasar los años no se presentó otra alternativa para sustituir la derogada reforma y el nivel de la enseñanza se quedó atrás. Hoy los casi 900 mil estudiantes de las escuelas y colegios no reciben una educación acorde con los tiempos.
Cada gobierno designada comisiones, realiza diagnósticos, pero al final no se ponen en marcha nuevos planes. Así las cosas, cuando los alumnos ingresan a las universidades se descubren las deficiencias en casi todas las materias.
La fecha de hoy debe hacer reflexionar a los docentes, al gobierno y a la sociedad completa sobre la necesidad de poner en marcha urgente cambios en la educación panameña.