Mañana se cumple otro aniversario de entrada en vigencia de los Tratados Torrijos-Carter, que entraron en rigor el 1 de octubre de 1979, luego de ser ratificados por el Congreso de Estados Unidos y ratificados en una consulta popular por los panameños.
El tratado puso fin a un largo proceso de negociación y estableció la recuperación de la soberanía panameña en todo el territorio al asumir la administración del Canal de Panamá y poner fin a la presencia de las tropas del Comando Sur.
Con el Tratado, Panamá recuperó más de 40 mil hectáreas localizadas en el área canalera e importantes instalaciones militares como Balboa, Fuerte Amador, Davis, Howard, Sherman, Clayton, Albrook Field, los puertos de Balboa y Cristóbal, el Ferrocarril de Panamá, Coco Solo, Altos de Quarry y otras instalaciones.
Al mismo tiempo, asumió el manejo progresivo del Canal de Panamá que se inició con la designación de un subadministrador de la vía acuática y luego un administrador, hasta lograr el control total de ese gran activo.
El Canal hoy día es una de las empresa más exitosas del país y en los últimos siete años realiza aportes a la economía del país que superan los 5,000 millones de dólares con las asignaciones al Estado, impuestos, salarios y compras a proveedores.
Quizás muchas de las áreas revertidas no han desarrollado todo el potencial que se estimó, pero al menos el Canal cumple esa función y ahora con los aportes que se hacen a algunos de los programas comunitarios, se palpa en los pueblos humildes algo de esa ganancia.
Lo responsable es que las obras que se financien con esos dineros se hagan de la mejor manera, evitando los casos de corrupción.