Queremos ayudarlo a crecer en el espíritu, por eso, le ofrecemos estos consejos:
NO PIERDA TIEMPO EN VENGARSE: El deseo de vengarse trae al cuerpo y al alma grandes males. Acaba con nuestra salud y paz interior. El Señor dice en la Biblia: "Mío es el castigo y no cedo a otros el poder de venganza". �O es que creemos que los que hacen el mal se quedarán sin castigo divino? El Señor hará beber hasta la última gota de la copa de la amargura a los que se dediquen a obrar el mal. Para estar sanos es necesario evitar cualquier sentimiento de venganza. Padecerlos nos agotan el cerebro, debilitan el sistema nervioso, desfiguran el rostro, acortan nuestra existencia y nos envejecen antes de tiempo. Cuando Jesús dijo: "Perdonen 70 veces siete" (Mt.18, 21-22), nos estaba dando una receta divina para no padecer de alta presión sanguínea, palpitaciones y ataques al corazón.
EST� ATENTO A POSIBLES NEUROSIS: Debemos estar atentos a la enfermedad de la neurosis. Es la enfermedad del siglo XXI. Padecer de neurosis es muy común y no es señal de desequilibrio o anormalidad. Son los más inteligentes los que están expuestos a padecerla y es en sí un grave peligro para la paz.
-La persona equilibrada acepta las penas, desdichas, calamidades y contrariedades de la vida con calma y serenidad.
-La persona neurótica estalla con arranques de ira a la menor contrariedad.
-La persona equilibrada se siente demasiado ocupada en la vida para dedicar el tiempo a lamentarse. ---La neurótica vive quejándose de sí misma y de los demás. Su vida es una sinfonía de lamentos.
-El equilibrado se siente contento de estar viviendo. -El neurótico siente un deseo sutil de desaparecer. -El equilibrado es flexible, sabe comprender a los demás y no convierte en tragedia los pequeños contratiempos de la vida.
-El neurótico agranda los problemas en su imaginación y vive condenando o juzgando a los otros en su entendimiento; viendo mala voluntad en todas partes donde muchas veces lo que hay es debilidad. --La persona equilibrada sabe manejar sus impulsos. Dijo Salomón: "Para el precipitado todas son pérdidas".