Los panameños cada semana enfrentan un nuevo aumento de precios. El turno ahora es de la tarifa de taxis. Se trata de otro de los servicios deficientes, cuyos prestatarios son premiados en perjuicio de los usuarios.
Es cierto que el costo del combustible se ha incrementado notablemente y que las ganancias de los transportistas han mermado, pero la única opción que se les ocurre a las autoridades, es fregar a los usuarios.
Para esos aumentos no se exige la prestación de un mejor servicio. El usuario tiene prácticamente que rogar que se les lleve a su destino durante las llamadas horas pico. Además debe abordar taxis chatarras y sin aire acondicionado, por lo que el pasajero se somete a un baño sauna, que muchas veces comparte con otros pasajeros.
Porqué no se les ocurre establecer rutas de taxi para acabar de una vez por todas con el despreciable "no voy". Porqué no se les ocurre autorizar que busitos-taxis de 10 pasajeros dotados de aire acondicionado presten servicio en rutas rectas y paradas específicas y que le cobren una tarifa módica de un balboa a los pasajeros.
Por ejemplo una ruta podría ser desde la entrada San Miguelito hasta la Universidad; otra desde la Universidad hasta la Plaza 5 de Mayo; otras en las rutas transversales que hay en la ciudad.
De esa forma, los taxistas lograrán ingresos para sufragar los gastos de combustibles y lograr una ganancia razonable y los usuarios no serán golpeados con un alza de tarifa o hasta saldrán beneficiados con un costo menor.
No hay que tener doctorados ni ser experto en transporte para buscar otras alternativas, sólo hay que usar el sentido común y no recurrir a la única solución que se les ocurre a los gobernantes: aumento de precios.