Fue una clasificación sufrida, tanto para los que observaron en directo a Irving Saladino en Beijing, como para los que lo vimos a través del televisor en Panamá o en Internet en cualquier rincón del planeta tierra.
Saladino nos tiene acostumbrados a vivir con un nudo en la garganta en cada torneo, y ahora en Beijing, lugar donde debe conquistar el oro que ansía todo un pueblo, no fue la excepción; no obstante, sigue en carrera por la medalla.
El panameño, muy por debajo de su perfomance le costó encontrar la tabla en sus dos primeros saltos, y luego, en el último, viendo que gran parte de sus oponentes no alcanzaban los ocho metros, aseguró el brinco registrando 8,01 y avanzó a la semifinal de mañana.
Solo tres de los 12 clasificados a la semifinal hicieron la marca mínima de 8,15. Los cuatro primeros fueron el griego Louis Tsatolimas (8,27), el cubano Ibrahim Camejo, el británico Greg Rutherford (8,16) y el sudafricano Khotso Mokoena (8,14). El cubano Wilfredo Martínez entró quinto con 8,07.
No se clasificaron rivales como el italiano Andrew Howe, su gran oponente en Osaka, o el saudí Mohammed Salman Al Khuwaildi, con pobres marcas de 7,79 y 7,93.
¡Juega vivo Saladino!