Los gremios empresariales cuestionan la demora del Estado en el pago de los bienes y servicios que les suministran. Cada año, el sector público realiza compras a los proveedores locales por el orden de entre 500 y 700 millones de balboas.
La Cámara Panameña de la Construcción alega que le deben a sus agremiados hasta 40 millones de balboas y la demora en los desembolsos, ha puesto en peligro la economía de las empresas.
Según cifras oficiales, el gobierno adeuda cerca de 80 millones de balboas a la empresa privada. La cifra aumenta considerablemente si se suman los compromisos de las entidades descentralizadas.
Aunado a la falta de pago, hay que tomar en cuenta que el gobierno estableció una contención del gasto por una suma superior a los 300 millones de balboas.
Ese panorama contrasta un tanto, con lo presentado ayer por el Ministerio de Economía y Finanzas, que vislumbra un crecimiento del 4 por ciento en el último año de gestión de la mandataria Mireya Moscoso.
Al mismo tiempo, la actividad económica del país se estrella con el enorme peso de la deuda externa, que apenas era de 206 millones de balboas cuando los militares tomaron el poder y que para fines de 1989, ya se ubicaba en 6,554 millones de balboas.
Los gobiernos democráticos han aportado su grano de arena en incrementar esa deuda, pero la actual administración registra el mayor aporte en ese renglón y hoy los compromisos con las instituciones financieras y proveedores superan los 9 mil millones de balboas.
El pago de la deuda es uno de los elementos que consume casi un cuarto del presupuesto general de la nación. Es una situación que venimos enfrentando por décadas y como resultado del endeudamiento desmesurado en que se incurrió en el pasado.