E ra la segunda vez que le "mentaba la madre" al ministro de Obras Públicas en menos de dos horas. Estaba viajando hacia El Valle de Antón para hacer turismo interno. Cuando iba por la autopista, me la pasé "toreando" rajaduras y huecos en varios sectores.
Allí fue la primera vez donde pensé muy feo del jefe del MOP, por no mantener en buenas condiciones la autopista Arraiján-La Chorrera.
Aquí no tienen la excusa favorita de que "no hay plata".
La vía produce miles de balboas al mes del peaje de un dólar (o balboa) cada vez que se pasa de ida y vuelta.
Antes se suponía que todo ese dinero era para mantener en buen estado la autopista. Pero desde hace pocos años, alguien tuvo la "feliz idea" de que el peaje también sirviera para arreglar otras calles... Total, la autopista está deteriorándose por semanas y ahora en el invierno la cosa será peor.
La segunda "mentada" al MOP fue pasando San Carlos, cuando tropecé con un hueco producto de la pérdida del cemento asfáltico que se suponía iba a durar muchos años.
En esta ocasión, luego del insulto mental, también lancé una plegaria al Altísimo, para que no se rompiera la llanta derecha delantera.
¿Por qué los conductores que vamos al interior con las mejores intenciones de turistear, tenemos que exponer nuestros vehículos?
Simplemente por desidia e ineficiencia del Ministerio de Obras Públicas, que no puede o no sabe mantener en buen estado las principales vías del país.
Y esto no es nuevo. Al inicio de este gobierno me quejé del daño que sufría la Interamericana de Santiago a David.
Los del MOP trataron de tapar el sol con las manos y más de uno se disgustó conmigo... por decir la verdad que sufríamos los que íbamos al hermoso Valle de la Luna.
Ahora están gastando decenas de millones en reparar trabamos que pudieron salvarse si hubieran escuchado mis quejas.
Por lo visto en el diccionario de los funcionarios no existe la palabra "mantenimiento". Hacen obras por millones y no designan un balboa para mantenerlas en buen estado.
¿Cambiará esto con el nuevo gobierno?
