¿Ha pensado usted seriamente en el problema del alcoholismo? Es un impresionante problema que azota a nuestra sociedad y le puede estar pasando a usted, a su esposa, a su padre, a su hijo o a su mejor amigo. Cuando una persona no acepta que tiene el problema y que el alcoholismo es una enfermedad y que como un cáncer se va apoderando de la persona hasta convertirla en un "muerto viviente", está condenada a degradarse paulatinamente.
El problema es espantoso y en este Mensaje al Corazón hacemos un llamado a la conciencia suya y de todos los que leen este artículo. Luchemos unidos contra esto.
Quisiera hacerle unas preguntas. Sea sincero al contestar. Estamos para ayudarnos unos a otros y hacer de este mundo un mundo mejor.
¿Pierde tiempo en el trabajo a causa de la bebida?
¿Bebe porque es tímido cuando está con otras personas?
¿La bebida está haciendo desdichada su vida familiar?
¿La bebida está dañando su reputación?
Estas preguntas fueron elaboradas por el John Hopkins University Hospital de Baltimore, Maryland. Según expertos, si usted contesta una de estas preguntas con un "sí" usted tiene problemas de alcoholismo y si contesta dos con un "sí", usted es un alcohólico.
El Señor puede lo que humanamente es imposible. Si en su familia hay una persona que padece de alcoholismo, tenga paciencia, ore por esa persona, mírelo como a un enfermo e intente, por todos los medios, llevarlo a Alcohólicos Anónimos. Esta es una organización de hombres y mujeres, unidos en la experiencia triste y dramática que han tenido en relación con el alcoholismo.
Yo hoy le digo a usted que nos encontramos ante una de las más grandes epidemias, cuyos estragos son incalculables. Tomar conciencia del grave daño del consumo de licor y aceptar con humildad y valentía si uno padece de este mal, es el comienzo de una vida nueva.
Sepa que con el Poder de Dios podemos superar cualquier obstáculo no importa la magnitud que tenga y acudiendo a Él y confiando en el Señor, seremos INVENCIBLES.
