Ser negro en Colón, no solo se demuestra con el color, sino con el espíritu colaborador y el deseo de luchar para engrandecer a la provincia.
El Consejo Municipal y la Comisión de la Etnia Negra de Colón organizaron un homenaje a la comunidad negroide que día a día brinda aportes importantes para esta región.
Los invitados lucían con orgullo hermosos atuendos característicos de los afroantillanos que los distinguen.
Uno de los reconocimientos fue para sor Inés Jara Jara, una monjita ecuatoriana que a pesar de que su piel no es negra, para los colonenses sí lo es, ya que a ella la distingue su trabajo en beneficio de los más necesitados.
Sor Inés se ha identificado con las clases más necesitadas de Colón, entre los ancianos, jóvenes con problemas de adicción, desamparados y otros.
Entre los homenajeados se encontraban además, el famoso "pelacocos" Andrés Gardin, que aspira a ser ganador de los premios de los Récord Guinnes; el director del MIDES, Gilberto Toro; la poetisa Tilcia Meléndez; el sacerdote desaparecido Allan McLelan; Leonora Legerwood; la enfermera, Marcia Malean; Hilda Chávez y María Blangrone.
Selvia Miller, presidenta de la Comisión de la Etnia Negra, expresó el orgullo que sienten con esta celebración, que debe servir a la juventud para que copien de los buenos valores.
En los actos, el presidente del Consejo, Osvaldo de la Espada, dio la bienvenida, y el orador de fondo fue Apolonio Acosta.
Los abanderados de la fecha fueron Melva Brown, y Rafael Arosemena, llamado el guardián de los parques en Colón, por sus aportes desinteresados al mantenimiento de las plantas y árboles.