El 25 de septiembre de 1948 se inauguró una de las edificaciones que ha estado forjando a cientos de panameños, que de una u otra forma han contribuido en el engrandecimiento de Panamá.
El Instituto de Artes Mecánicas nace por medio del Decreto Ley N.� 2 del 28 de febrero de 1949, y es ubicado estratégicamente en la comunidad de Divisa, lugar en donde se centra la idea de dar respuestas a las necesidades de contar con un centro donde se impartieran las enseñanzas vocacionales y técnicas en el interior de la república.
El 4 de octubre de 1948 se abren las labores vocacionales y fue su primer director el norteamericano Percy H. Herón, quien estiró las primeras riendas para el funcionamiento de este instituto.
ACOGIDA
La acogida fue grandiosa, cientos de estudiantes de todas partes de la república llegaban a este instituto, que contaba con un internado, aquí se impartían enseñanzas vocacionales de mecánica, construcción, ebanistería, talabartería, entre otras.
TRASPASO
En el año de 1975, el instituto pasa a manos de la administración militar, bajo el mando del teniente Guillermo Urriola; durante este tiempo, las enseñanzas y disciplina eran similares a las del Instituto Militar Tomás Herrera, en la base de Río Hato.
Han pasado los años y aquellos tiempos de gloria y orgullo de compartir con cientos de estudiantes de distintos puntos del país, pasaron a la historia.
Con las ejecuciones de los IPT (Instituto Profesional y Técnico) en todo el país, el auge que tenía el Artes Mecánicas no es el mismo de cuarenta años atrás, tanto que hoy en día su matrícula no llega a los trescientos estudiantes y con ello las partidas económicas, que han ido decayendo, no alcanzan ni para lo más mínimo en su sostenimiento, equipos y maquinarias dañadas que poco a poco se va perdiendo por no existir recursos.
FACHADA
La fachada del edificio principal tiene un estilo parecido al barroco, ataviado de adornos hechos en concreto y ladrillos; cuenta con internados, salas de estudio, salones de clases, talleres en diversas modalidades y un comedor.
Un paseo rodeado de árboles y flores conectan el edificio principal con los talleres y el comedor, de seguro si usted camina por estos lares se topara con ardillas, aves, iguanas, entre otros animales que conviven con los estudiantes del Artes Mecánicas.