El gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD) entró en crisis tras la aparatosa derrota que sufrió en las elecciones del domingo, que le hizo perder la Presidencia de la República, el control del Organo Legislativo e importantes alcaldías.
No han terminado de sanar las heridas cuando ya las diversas facciones intentan culparse unos a otros del desastre electoral.
Antes de reclamar liderazgo y renuncias, se hace necesario un análisis de los resultados. ¿Porqué se perdió estrepitosamente en las candidaturas a la Presidencia y en las diputaciones, sin embargo, una mayoría de representantes de corregimientos del PRD lograron su reelección?
¿Influyó la encarnada lucha en las primarias perredistas en los resultados del 3 de mayo?, ¿Ayuda o perjudica al abanderado del oficialismo que un alto cargo de la cúpula del partido sea a la vez Presidente de la República?, ¿Qué peso tiene que los panameños tengan como tradición siempre votar por la oposición?, ¿Fue la campaña de Ricardo Martinelli mejor estructurada que la del PRD?, ¿Se falló al escoger a los aliados que no aportaron un porcentaje significativo de votos?
Esos son algunos aspectos que deberán analizar los dirigentes del PRD, cuando se convoque a una reunión para revisar fríamente los resultados de los comicios.
De todas formas, el PRD fue el colectivo que mayor cantidad de votos sacó en el torneo electoral del domingo y deberá jugar su rol de oposición responsable. Sus bases decidirán si quieren una renovación en su cúpula, pero lo cierto es que todavía hay mucho trecho que recorrer para estar adelantando desde ya candidaturas presidenciales.