Por suerte, Panamá no se destruyó con esta horrible campaña política de insultos, aunque se debe aceptar la historia, porque antes también hubo campañas con violencia...
Recuerdo los grupos de varilleros de algunos partidos que saboteaban a golpes mítines de los adversarios.
También se dieron robos de urnas, donde había perdido el candidato de los bellacos. Incluso se hacían tiros para llevarse la urna y anular los resultados.
En otros casos, se cambiaban las actas, se echaban votos falsos en la urna, etc.
"La vida sigue", dicen muchos con filosofía. Luego de estas elecciones, Panamá tiene que ir "hacia delante, porque para atrás ni para tomar impulso". Así dicen en calle quinta Parque Lefevre.
Imagina que para algunos va a ser difícil olvidarse de los insultos, insinuaciones y otras cosas negativas que hicieron o recibieron en esta política.
Vamos a ver hasta dónde llega la llamada tolerancia del panameño, luego de esta maliciosa campaña. �Se podrán borrar las heridas?
Y no solo me refiero a políticos contrarios. Esta vez el fenómeno de los insultos se dio dentro de los mismos partidos, especialmente en las "primarias".
Creo que la ocasión es adecuada para señalar la necesidad de hacer algunos cambios en las leyes electorales, para mejorar el proceso de elección.
Desde ahora hay que evitar que las primarias sean tan largas y se gaste tanto dinero en propaganda. Pienso que podría limitarse a dos meses el asunto con un tope económico para propaganda.
Hay que tener control sobre las benditas "donaciones". Si el asunto es honesto y legal, �por qué hay que ocultar los nombres de los donantes?
Mucha suspicacia hubo con motivo de algunas donaciones. Que quien done dinero sepa que se sabrá su acción...�y punto!
Por supuesto, hay que poner una cantidad máxima a estas donaciones. Nada de aceptar miles y miles, hasta el punto que uno se pregunta cómo serán recuperados después...
También hay que arreglar la ley para que se pueda votar por diferentes candidatos de varios partidos. No creo que todos los candidatos de un partido merezcan el voto de los electores.
Si se lucha porque el panameño "escoja los mejores", entonces hay que aceptar que vote por varios candidatos de partidos distintos.
Y aunque parezca temprano, hay que hacer estas y otras modificaciones a la ley electoral.
