Unas 35 personas murieron trágicamente entre un infierno de hierros retorcidos sobre la Estación Aeronaval de Lakehurst en Nueva Jersey un 6 de mayo de 1937, mientras el dirigible alemán Hindenburg realizaba una maniobra de aterrizaje. Una explosión cuya causa aún es tema de debate provocó que el dirigible se incendiara rápidamente decenas de metros antes de tocar tierra. Fue una de las primeras grandes tragedias de la historia capturadas fílmicamente en el momento de su ocurrencia.